PARIS (AFP) — Dueño del récord mundial de los 110 vallas (12.87), el cubano Dayron Robles irá a Pekín-2008 a desafiar al vigente campeón olímpico Liu Xiang y a más de 1.300 millones de chinos que apoyarán a su ídolo en una prueba que desplazará como especialidad reina del atletismo a los 100 m.
Desde el inicio de la temporada, Robles, nacido hace 21 años en Guantánamo, multiplicó sus salidas y golpeó fuerte el 12 de junio al registrar la nueva plusmarca de los 110 vallas en la reunión de Ostrava (República Checa).
Apenas 1 centésima menos hizo en su última presentación de fuste, ganando la reunión de París con un crono asombroso de 12.88, en lo que pareció un claro mensaje de advertencia a Liu y a China entera para el vibrante duelo que se aguarda en el Nido de Pájaros, ante 91.000 chinos empujando a Liu Xiang.
"Yo no envío mensajes a nadie, simplemente hago mi trabajo y lo que se ve es el fruto del mismo. Lo único que le digo a mi amigo Liu es que esté bien y le deseo mucha suerte en Pekín", afirmó el cubano.
"Qué gane el mejor, aunque yo daré el ciento por ciento para quedarme con el oro", agregó tras salir de la pista del Stade de France de Saint Denis.
Liu ganó en Atenas-2004 los 110 vallas consiguiendo el primer oro olímpico para China en la historia del atletismo, algo que lo catapultó al estrellato en el país más poblado del planeta.
"Aquella carrera la vi por TV y en aquel momento supe que iba a haber una enorme competencia en esta especialidad porque enfrente iba a estar el campeón olímpico en su propia casa", explicó.
"Manejo esta presión, porque estaba al tanto de lo que iba a pasar en Pekín-2008 hace cuatro años", explica Robles de cara a la final del 21 de agosto.
"Los 110 vallas es una prueba que está muy fuerte ahora y yo respeto mucho a todos los rivales, porque puede aparecer en cualquier momento alguien corriendo por debajo de los 13 segundos, como lo hice yo", afirmó a la AFP.
Cada salida de Robles es sinónimo de alta tensión. En el ambiente se respira el récord del mundo en cada zancada potente que da, que lo pone al borde de ese límite de 12.87 que estableció.
"No corro para romper el récord, yo hago mi trabajo y tampoco creo que hay que correr por debajo de ese tiempo para ganar el oro en Pekín, mi gran objetivo", sostuvo Robles.
"En esta etapa de preparación lo que busco es ganar experiencia", reveló un gigante de 21 años que en el último Mundial de sala que dejó de correr en su serie pensando que había una salida en falso.
"En Valencia aprendí mucho, entendí que cada carrera necesita ciento por ciento de concentración y hay que tomarla como una posibilidad de hacer un récord", acotó.
Aquella cita fue una de las pocas apariciones de Liu Xiang en el circuito, aunque a Robles le hubiera gustado que sea distinto. "Liu siempre me da buenas carreras y me hubiera enfrentarlo más seguido", dijo el cubano.
De hecho, el chino ha hecho 13.18 como mejor tiempo este año y Robles maneja, entonces, un buen margen de respaldo, aunque sigue trabajando duro para mejorar día a día, en medio de un clima positivo y alegre.
"Soy bromista y alegre, alguien a quien le gusta escuchar todo tipo de música, bailar y encarar la vida de forma optimista", comentó a la AFP.
Como cualquier adolescente de 21 años, con la diferencia de que Robles es una superestrella del atletismo y seguramente uno de los protagonistas de lujo de la prueba más esperada por China en sus Juegos.
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