La atleta Marta Domínguez llega a los juzgados de Plaza de Castilla en Madrid para declarar por su presunta implicación en casos de dopaje.
A partir de mayo de 2010, la Guardia Civil inicia "un marcaje brutal". Su objetivo, Marta Domínguez, se mueve por Palencia, fundamentalmente, sin saber que está siendo sometida a "un seguimiento y una labor detectivesca impresionantes", según quienes han podido ver el resumen de sus pasos de acuerdo con la versión de los gendarmes. Un día, estos sorprenden a la atleta entrando con sus propias llaves en la clínica del fisioterapeuta Manuel Corral González, en Palencia, y acompañada de Eduardo, su liebre, que dicen los atletas. Sus sombras preparan la cámara de fotografías. Creen estar ante un momento clave...
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