martes, 4 de marzo de 2008

Mucho calor para la Marató de Barcelona. Batió récords de participación (9.125 inscritos), pero la alta temperatura arruinó la marca de Hosea Kosgei


Hosea Kosgei

Joan Justribó - 03/03/2008 03:00
(publicado enelmundodeportivo.es)

La Marató de Barcelona ha descubierto al fin el calor metafórico, resumido en el apoyo de la ciudad, el crecimiento de la carrera hasta un récord absoluto de 9.125 corredores, impensable hace sólo dos años, y un tirón turístico que hizo que más de la mitad de los atletas fuesen extranjeros. El otro calor, el atmosférico, arruinó la marca de los ganadores, el keniano Hosea Kosgei (2h.14'42") y la etíope Mihret Tadesse (2h.42'12"), y las de sus rivales. No se puede tener todo. La Marató sabe que tiene futuro y calado popular, pero la bonanza climática de Barcelona, también su humedad, no convierten a la ciudad en el mejor lugar para acercar a la elite en busca de registros asombrosos.
"Tenemos un clima fantástico, pero no para hacer maratones", resumía ayer Roger Roca, quien con su tercer puesto se convirtió en el primer catalán en el podio barcelonés desde 1999. En efecto, la temperatura a las 8.30 de la mañana, al inicio de la prueba, rozaba los 18 grados, y ascendió hasta los 22 hasta el final victorioso de Kosgei en la Avenida María Cristina. Era un calor más veraniego que primaveral, que unido a la humedad y a zonas abiertas en las que el viento castigó, ralentizó el ritmo de los mejores en el tramo final y provocó el renuncio de la teórica estrella local, Nacho Cáceres, que se retiró en el km. 24 cuando vio que su ritmo y el de los pocos africanos que llevaba por delante le iba a dejar muy lejos de la mínima olímpica que persigue, así que se paró y buscará suerte en otra maratón. Cruel paradoja: Ayer mismo, en Japón, a miles de kilómetros, el mejor maratoniano catalán, José Ríos, sí logró el billete olímpico con una marca cinco minutos mejor que la de Kosgei en Barcelona.
Del podio al periódico
La crónica deportiva no aportó sorpresas: una vez apartada la amplia colonia de liebres africanas (1h.03'59" en la 'media', un buen tiempo que luego se echó a perder), quedaron por delante Kosgei, el también keniano Johnstone Chebii, vencedor hace un año, y otros tres kenianos a los que fue superando de forma brillante Roger Roca. Muy poco relevante fue la marca de la vencedora femenina, Mihret Tadesse, a unos 20 minutos de los cronos de la elite internacional. Por ello le restó protagonismo la primera española clasificada y su curiosa historia. Noelia Román, octava tras cinco africanas, una inglesa y una noruega, se bajó del podio y sin descansar apenas se fue a trabajar. Le esperaba la crónica de 'su' maratón, ya que Noelia, atleta amateur de vocación tardía, es redactora de deportes en el diario 'Público'.
Obviando la falta de calidad en las marcas, sin duda la cuenta pendiente de la Marató, todo lo demás funcionó para regocijo del Ayuntamiento, que se toma el crecimiento de la prueba muy en serio. No hubo incidencias negativas en temas logísticos ni fallos en el recorrido, se experimentó con acierto con el localizador de GPRS para controlar minuto a minuto a una veintena de atletas, y sólo llamó la atención un elevado absentismo entre los que habían pagado su inscripción, ya que tomaron la salida 7,978 corredores, mil menos de los inscritos

1 comentario:

  1. Anónimo3/06/2008

    Normal, porque los mejores atletas son extranjeros, diselo a los keniatas...saludos

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