martes, 11 de marzo de 2008

"Higuero es un corredor bastante vírgen a sus 29 años". EL ENTRENADOR DEL ATLETA ESPAÑOL CREE QUE AÚN LE QUEDA MARGEN DE PROGRESIÓN


Juan Carlos Higuero Mate

(publicado en marca.com)
Juan Carlos Higuero, responsable de que España salvara el honor en los Mundiales de Valencia, con su medalla de bronce en 1.500, es un corredor "bastante virgen" a sus 29 años y "con margen de progresión" según su entrenador, Antonio Serrano. El 'león de la Blume', como le llaman sus amigos de la residencia madrileña para deportistas, ha modificado este año sus entrenamientos. No sólo ha hecho más volumen, sino que ha trabajado más los aspectos complementarios en el gimnasio y, sobre todo, ha adelantado un mes el comienzo de sus sesiones, sacrificando parte de sus vacaciones."Hemos empezado a trabajar en octubre para ganar más fondo con vistas a resistir bien tres carreras, pensando en los Juegos de Pekín, de ahí que este año haya hecho mejor cross que en temporadas anteriores. Le he convencido para meter más meses de entrenamiento porque, aunque tenga 29 años, todavía está bastante virgen, con margen de progresión", explicó Antonio Serrano. Además de reducir vacaciones y aumentar kilometraje, Higuero se ejercita más en el gimnasio y, bajo la supervisión de Berni, entrenador de velocistas y miembro del equipo de Serrano, trabaja aspectos específicos como la fuerza y la técnica. "Está madurando en muchos aspectos y esta medalla, la primera mundial después de cinco europeas, confirma sus progresos en una final que ha sido durísima. Desde el 2000 está a un gran nivel y algún día tenía que demostrar lo que vale", afirmó Serrano.
La madurez de HigueroHiguero consiguió el pasado sábado en Valencia su primera medalla mundial justamente el día en que Serrano cumplía 43 años. Fue "un gran regalo" para el técnico. La madurez de Higuero se manifiesta también en el ámbito personal. Atrás quedan sus calaveradas en la Residencia Blume que algún día relatará en sus memorias. El sábado por la noche celebró en familia su medalla, con sus hermanos, con su primer entrenador, Leocadio de Blas, y con su novia, Susana, una granadina a quien conoció en un vuelo de regreso de Tenerife, tras correr una milla. Susana, que sigue viviendo en Granada, le ha dado una estabilidad emocional que complementa su madurez como atleta. Su celebración fue morigerada, tras la medalla. "Apenas me tomé una copa de champán en el hotel. Estaba saturado de lo que tuve que beber en el control antidopaje. Hicimos una risas y nada más", recordó Higuero, que anunció un compromiso público: "si consigo medalla en los Juegos, me caso". No ha erradicado, sin embargo, su vieja costumbre de llegar tarde a cualquier sitio. Son conocidas sus demoras en los aeropuertos. Sus retrasos en Barajas ya no alarman a nadie. En la final de Valencia irrumpió en la pista, con el chándal puesto y su mochila a la espalda, cuando sus rivales ya estaban de corto trotando. Higuero se inició, precisamente, en el atletismo con 10 años gracias a su victoria en una carrera de cross en Aranda después de haber sido arrancado de la cama por su hermano José Félix, sólo 45 minutos antes de la salida. A los 16 años se encomendó a Leocadio de Blas, su primer mentor, y en 1998 ingresó en la residencia madrileña Joaquín Blume, escenario de algunas de sus mayores "hazañas" juveniles.
Las pautas de un "entrenamiento invisible"Desde ese año trabaja con Antonio Serrano, primer atleta español que bajó de 2h10 en el maratón, que le instruyó en las pautas del "entrenamiento invisible", como define el técnico manchego los cuidados no estrictamente técnicos: gimnasio, régimen alimenticio, rodajes largos, "la parte que más le costó asimilar a Higuero" y que, por el contrario, otro de sus discípulos ilustres, Juan Carlos de la Ossa, "cumplió desde el primer momento". El octavo puesto en los Juegos de Sydney 2000, con sólo 22 años, "le llegó demasiado pronto", según Serrano. "Al año siguiente le pudo la ansiedad en los campeonatos de España y se quedó sin ir a los Mundiales de Edmonton. En 2002 fue subcampeón de Europa en pista cubierta, pero al aire libre, en Múnich, corrió fatal y fue quinto". Los "palos más grandes" de Higuero llegaron en 2003, primero en los Mundiales en sala de Birmingham (octavo), y luego en los Mundiales de París (duodécimo). Tampoco le fue bien en los Juegos de Atenas 2004 (eliminado en semifinales) y en los Mundiales de Osaka 2007 (decimotercero). En los Europeos al aire libre de Gotemburgo 2006 Higuero estrenó con un modesto bronce su cuenta de medallas al aire libre. Su primero oro -quinta medalla continental- lo ganó en los Europeos de Birmingham 2007. Valencia le ha dado su primera medalla "mundial". A juicio de su entrenador, tiene todavía un buen margen de mejora. Puede entrenar más duro y ganar fuerza. Está capacitado para bajar de 3:30, algo que hasta hoy sólo ha hecho un español, Fermín Cacho, pero la gran explosión de Higuero, piensa Serrano, tal vez llegue cuando se pase al 5.000.
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